Dentro de las empresas, existen diversos procesos con distintos niveles de complejidad. Encontramos tareas más pequeñas, como la firma de un documento, y otras más difíciles, como la elaboración de un servicio completo para un cliente. Ya sean de carácter administrativo u operacional, todas las labores desempeñan un rol esencial en los resultados y la productividad.
A pesar de esto, también existen ciertos trabajos que pueden volverse repetitivos y monótonos. ¿Cuál es el problema? La pérdida de tiempo que generan estas tareas, las cuales, según el estudio “Índice de Anatomía del Trabajo” realizado por Asana, las personas dedican un 60% del horario laboral a realizar “trabajo sobre el trabajo”, es decir, tareas como responder mails, atender a reuniones innecesarias y esperar por aprobaciones, entre otros.
Senior Sales Manager, Armando Salas Saleh
Sin embargo, este asunto va más allá, ya que no solo se malgastan las horas de trabajo, sino que también se desperdician los esfuerzos de las personas, ya que el personal humano realmente no agrega ningún valor en este tipo de actividades repetitivas e incluso pueden convertirse en un obstáculo para la productividad. Esto se debe a dos razones: las largas horas que les lleva a las personas realizar tareas monótonas y la mayor probabilidad de cometer errores.
En este contexto, las herramientas que automatizan procesos se presentan como la solución ideal para abordar esta problemática, especialmente las tecnologías de inteligencia, como la hiperautomatización. Esta práctica es altamente efectiva para resolver estos desafíos, ya que incorpora diversas técnicas que permiten realizar estas labores de manera más eficiente. Este fenómeno ha impulsado un crecimiento exponencial en el mercado de la automatización, y para 2022, Gartner ya estima que esta industria alcanzaría los 596.600 millones de dólares.
En gran medida, el éxito de esta práctica se debe principalmente a dos factores fundamentales: nivel económico, ya que reduce los costos, y nivel productivo, porque aumenta las ventas. Estos dos beneficios se producen principalmente porque la hiperautomatización integra cuatro tecnologías que responden de manera efectiva a las necesidades de las tareas repetitivas.
La primera es la Automatización de Procesos Robóticos (RPA), que permite desarrollar los procesos de manera automática e inmediata. La segunda es la Analítica de Datos, que no solo se encarga de extraer datos de diferentes fuentes de información, sino que también busca proporcionar una visualización coherente de los mismos. También encontramos la Inteligencia Artificial (IA), que posibilita que los robots puedan razonar y trabajar de manera similar a un humano. Mientras que la última es la Minería de Procesos, que permite identificar qué procesos podrían automatizarse dentro de las compañías.
Cada una de estas tecnologías convergen en la hiperautomatización, la cual permite optimizar los diferentes procesos dentro de una empresa. Es más, podemos ver algunas áreas más beneficiadas que otras por esta práctica, como Finanzas y Contabilidad, Servicio al Cliente y Operaciones.
Es importante entender que tecnologías como la hiperautomatización no buscan reemplazar al personal humano, sino que buscan optimizar las tareas repetitivas de la compañía. De esta forma, las personas podrán realizar trabajar en donde realmente aporten un valor que no podría ser entregado por las máquinas.
