Tomar decisiones en una empresa nunca es fácil. Como bien se sabe, dentro de las organizaciones, es fundamental contar con herramientas digitales que permitan colaborar en las acciones que se llevan a cabo dentro de una compañía.
Para eso, existe una herramienta que se llama Business Intelligence (BI) o inteligencia empresarial, la cual consiste en el conjunto de procesos requeridos para ofrecer una solución informática que permita analizar cómo está funcionando la empresa.
Parte de los beneficios que tiene el business intelligence es que acelera el análisis de información y evaluación de rendimiento, lo cual permite optimizar el tiempo del equipo y los recursos de la empresa. Otras de las ventajas que destacan son: aumento de la eficiencia de los procesos operativos, conocimientos sobre el comportamiento de compra del cliente, seguimiento, alertas instantáneas sobre anomalías de datos y problemas de los clientes, entre otros.
En resumen, las herramientas de BI permiten que las personas accedan a distintos tipos de datos, ya sean antiguos o actuales, externos o internos. Gracias a esta exploración, los usuarios pueden analizar la información y obtener resultados sobre el rendimiento del negocio.
En definitiva, lo que hace esta herramienta es analizar los datos, mediante la ayuda del business analytics y data analytics, sin embargo, estos son solo una parte del proceso.
Los encargados de tratar estos datos exploran en profundidad la información, utilizan estadísticas avanzadas para poder descubrir patrones actuales y futuros, lo cual permitirá que las empresas tomen mejores decisiones en relación con el funcionamiento de la organización y el comportamiento de los usuarios.
