En un mundo tan tecnológico y digitalizado, la información de sistemas, empresas y personas, es infinita. Bajo ese escenario y señalando también los riesgos de poseer tanta información, hoy en día es fundamental migrar a la nube, sin importar el tamaño de la empresa.
Sin embargo, no es fácil llegar y trasladar los datos. Para hacerlo, es necesario contar con métodos para poder implementarlo de manera óptima. Además, es importante señalar que existen distintos formas de migrar a la nube, los 4 tipos más conocidos de migración son: rehost, refactor, rearchitect y rebuild.
Estos tipos no son excluyentes entre sí, es decir, en caso de grandes empresas, o de que existan departamentos con necesidades muy concretas, pueden combinarse entre ellas. De todos modos, la migración del tipo refactor es la favorita, de hecho, será necesario utilizarla cuando ocurra lo siguiente:
La migración refactor consiste en desvincular los elementos o servicios que se ejecutan en el servidor de la capa del sistema operativo. Para eso, es necesario generar una copia exacta del servidor y ubicarla en la nube.
Los equipos de migración de este tipo, planifican, diseñan y migran aplicaciones empresariales complejas o principales que tienen muchas dependencias, para poder hacerlo, necesitan de algunas herramientas.
La migración refactor se puede realizar mediante distintos pasos, para eso, es importante que las compañías sepan que deberán sufrir algunos cambios en sus sistemas, como por ejemplo: modificar la cadena de conexión y la de los registros DNS públicos.