Grandes, pequeñas y medianas empresas cuentan con un equipo o personas a las cuales deben remunerar por su trabajo realizado. Si bien el monto a pagar es un mutuo acuerdo entre el empleador y empleado, lo cierto es que existen distintos tipos de remuneraciones, los cuales se clasifican en categorías.
Primero, es importante mencionar que existen tres grandes grupos de remuneraciones, las cuales se separan en las siguiente:
Las primeras, se definen como aquellas que surgen de servicios prestados y que tienen que ser pagadas con una periodicidad determinada. Las segundas, tienen relación con pagos ocasionales, por ejemplo, las horas extras, y finalmente, las terceras se originan en función de circunstancias especiales, como los bonos.
Las fijas no varían en los montos de pagos (sueldo) y las variables se definen como aquellas que pueden modificarse, como en el caso de las comisiones.
La Dirección del Trabajo explica que una remuneración es principal cuando corresponde a la contraprestación del contrato. La accesoria se calcula sobre la remuneración principal. Por ejemplo, un sobresueldo u horas extraordinarias.
Además, aparte de estas categorías están los tipos las cuales se entienden como: sueldo, sobresueldo, comisión, participación y gratificación legal.
Además de tener claro los tipos de remuneraciones que existen, es importante mantener un orden al interior de la empresa que permita realizarlas. En ese sentido, es clave tener un partner que sea capaz de realizar el procesamiento de la nómina, desde la administración hasta la gestión del pago de la misma.