Así como la inteligencia emocional hace referencia a entender y administrar las emociones personales y también las de las otras personas, en las empresas se usa la Inteligencia Empresarial o Business Intelligence (BI, por sus siglas en inglés), la cual se preocupa de analizar los datos (actuales y antiguos), para poder tomar decisiones al interior de la compañía.
Dentro de esta rama, existen claves para transformar datos sin procesar en información de fácil acceso, para poder resumir los datos y que sean utilizados por la propia organización. Algunos de los pasos que son fundamentales en este proceso, son los siguientes:
Gracias a estas herramientas, la inteligencia empresarial, agiliza el análisis de información, lo cual trae diversos beneficios para las empresas, dentro de los cuales destacan los siguientes: mayor eficiencia en los procesos operativos, se puede entender de mejor manera el comportamiento del cliente, realización de seguimiento sobre las ventas y análisis de información real entre las distintas áreas de la compañía, entre otros.
De esta manera, la inteligencia empresarial, mejora la manera en que se realizan distintas funciones dentro de una organización, todo con el fin de mejorar la eficiencia y la forma en que se toman las mejores decisiones.