Para que todas las áreas de una empresa estén alineadas y trabajen bajo un mismo objetivo, es importante saber en qué se está fallando e identificar falencias en los procesos. Por eso, el levantamiento de información y poner énfasis en los aspectos relevantes de la empresa, es fundamental.
Para lo anterior, existe el Back Office, un partner de productividad que se encarga de administrar y gestionar tareas que no suelen ser visibles, pero que son importantes para el funcionamiento de cada empresa. Esta herramienta mejora la organización, permite ser más eficiente, entrega un mejor servicio al cliente y genera menos gastos operacionales.
El Back Office ayuda en tareas administrativas, de recursos humanos, de gestión de pedidos, cobros, mailings y campañas, entre otras. El equipo detrás de estas funciones está oculto y no les da la cara a los clientes, sino que sólo se preocupan de cumplir con las tareas a cabalidad.
En cuanto a las tareas administrativas, este partner se encarga de todo lo relacionado con recursos humanos, gestión de personal, clasificación de papeles internos y actualización de bases de datos, entre otras. Por otro lado, en cuanto a los cobros y facturación, el Back Office se hace cargo de la realización de abonos, la aplicación de cargos en factura y de los mismos archivos con los cobros.
En relación con el mailing y las campañas, esta herramienta tiene la capacidad de clasificar la redacción y gestión de los mails de manera que puedan hacerse con o sin gestión. Luego, es importante separarlos por secciones según cobros, pagos y facturación, entre otros.
Finalmente, uno de los puntos más importantes tiene que ver con la relación y cercanía con los clientes. Mientras mejor y más fluida sea la comunicación, los resultados irán en alza. Para eso, el Back Office se encarga de disminuir el tiempo y de lograr tener el contacto con ellos, a través del teléfono, mails y mensajes, entre otros.
