La administración de los recursos de una compañía es fundamental para poder sacarla adelante y no entrar en problemas financieros. Para eso, un buen equipo de finanzas, junto con herramientas tecnológicas que ayuden a mantener el control, son un gran aliado para las compañías. En ese sentido, existen algunas herramientas especiales, como lo es el Revenue Management Service (RMS).

El RMS hace eficiente y eficaz el proceso financiero de las compañías en un entorno de control, alta tecnología y automatización de actividades de alto impacto en el negocio de los clientes.

Este tipo de servicios abarca un todo, es decir, mediante acciones conjuntas que gestionan los distintos procesos involucrados en el flujo de caja dentro de una empresa, entregan agilidad en el proceso de entrada y salida de efectivo.

Además, son capaces de entregar información para la toma de decisiones financieras y del negocio mediante algoritmos estadísticos, minería de texto, machine learning, clustering, bases de datos no estructuradas y process mining. Todo lo anterior, permite aumentar la eficiencia organizacional en la toma de decisiones al interior de la empresa.

Dentro de las principales características del Revenue Management Service (RMS), destacan las siguientes:

• Sistemas que identifiquen y permitan actuar de forma rápida y eficaz en cada momento.
• Conocimiento específico de las operativas y sistemas.
• Control de calidad e identificación temprana de problemas y la actuación inmediata de forma preventiva y correctiva.

• Fácil adaptación de cargas y volúmenes de trabajo.
• Facilidad para adoptar cambios en los procesos actuales.
• Rápida puesta en marcha de nuevos servicios.

• Dedicación en exclusiva al core del negocio.
• Disponibilidad de recursos (RRHH / monetarios) en las actividades principales del negocio.

• Estandarización de procesos.
• Garantiza la mejora continua, (mejoras prácticas).
• Aprovechamiento de experiencias de terceros.

• Transformar un costo fijo en variable.
• Conseguir un costo por operación más bajo.
• Reducción de espacio en las instalaciones del cliente.
• Reducción de inversión en infraestructura de TI.