Hay evidencias importantes sobre la necesidad de automatizar procesos. Ya sea para agilizarlos, para darle prioridad a otras tareas o para no cometer errores, la tecnología aporta enormemente a ser una empresa más eficiente.
Para eso, hay herramientas que son complementarias entre sí. Es el caso de la Inteligencia Artificial (IA) y la Automatización Robótica de Procesos (RPA), sistemas que permiten automatizar procesos. La unión entre ambos sistemas permite alcanzar nuevos niveles de productividad. La IA, por ejemplo, permite descubrir científicamente oportunidades de automatización y así se pueden mejorar sus robots.
Gracias a esta unión se pueden encontrar más oportunidades de automatización como, por ejemplo, implementando el task y process mining para descubrir científicamente alternativas de automatización de procesos en una empresa.
Otro de los beneficios es que, mediante estos sistemas, se pueden incorporar habilidades en los robots para que detecten de manera ágil y rápida otro tipo de problemas. Esto permite que la compañía se deshaga de complejidades cotidianas y las tercerice gracias a nuevas herramientas.
Gracias a la IA y RPA se puede mejorar la precisión a medida que llegan nuevos datos. Para eso, es necesario utilizar tanto la validación humana como el reentrenamiento integrado para mejorar el rendimiento del modelo y del robot.
Una de las maneras de lograr todo lo anterior es dejándose llevar por la tecnología, de la mano de un partner especializado, y no tener miedo a que estos sistemas puedan abarcar todos los procesos para así tener una empresa más eficiente. Como siempre se ha dicho, la tecnología es un aliado y, como tal, hay que utilizarla a favor de las diferentes industrias.