Que busques un producto en internet y que luego te aparezca en Instagram, que hables con chatbots que responden dudas y que te recomienden canciones según tu estilo de música favorito, son una muestra clara de la utilización de Inteligencia Artificial (IA), tecnología que permite agilizar y facilitar procesos que antes solo podían llevarse a cabo bajo un humano y una gran base de datos. 

Una de las herramientas que se están utilizando cada vez más para automatizar procesos es el Machine Learning, específicamente el RPA (Automatización robótica de procesos), que como dice su nombre, es un robot informático, es decir, un software, que aprende procesos mecánicos, para luego ejecutarlos de forma más rápida y sin errores. 

Así como se capacita a una persona nueva cuando llega a un trabajo, el Machine Learning también recibe información de cómo se realizan ciertas funciones y, en base a eso, las copia y ejecuta él mismo. En un mundo tan ajetreado y donde todo se necesita de manera inmediata, este tipo de sistemas permite eso, ya que agiliza procesos, reemplaza la labor humana y es muy rápido en sus funciones. Además, está disponible las 24 hrs, sin parar y siendo muy eficaz. 

Pero como cada nuevo instrumento de la oficina, el RPA también necesita supervisión entregada por las soluciones de BPO, por lo que los colabores que realizaban aquellas tareas deben realizar otras funciones. Por lo mismo, las capacitaciones para nuevos puestos de trabajo que sean un complemento de estos robots, es necesario y se ve reflejado en los resultados finales de la compañía. 

La transformación digital se relaciona con poner a los colaboradores de una organización donde realmente deben estar, gracias al apoyo del área de RRHH, la cual entrega valor al colaborador por medio de capacitaciones de nuevas tecnologías. Que una persona esté copiando y pegando información o textos a mano es una pérdida de tiempo, que con la ayuda de la tecnología, se puede evitar. 

¿Tecnología o personas? Nadie tiene la receta, lo cierto es que ambos cumplen funciones distintas y que sin ellos, una empresa no podría funcionar. De lo que sí hay certeza es que, en conjunto, ambos son fundamentales para el progreso de una empresa.