La gestión del talento dentro de una empresa siempre ha sido un tema que podríamos calificar como un arma de doble filo, ya que puede generar muchos beneficios si se aborda de manera correcta, pero también puede ser un gran dolor de cabeza. Si esto lo vemos en un contexto de Transformación Digital, la preocupación llega a ser mucho mayor, tal como lo demostró el estudio Global Human Capital Trends de 2017 elaborado por Deloitte, el cual indicó que el 83% de las grandes empresas considera que la gestión del talento es el desafío más importante del futuro.
Pero ¿por qué es un obstáculo? Hay que entender que la gestión del talento se encarga de atraer nuevas personas, capacitar e incluso reentrenar a los colaboradores con habilidades claves. En un contexto de Transformación Digital, suele aparecer “la falacia de la tecnología”, donde se cree que el desafío de la gestión de talentos se relaciona a los avances tecnológicos o la implementación de estos. Sin embargo, el verdadero reto siempre está relacionado con las personas.
Diego Molina, Administration and Finance Manager de BST
Esta confusión surge porque, actualmente, las personas están fuertemente relacionadas con las nuevas tecnologías y, en ese sentido, podemos reconocer tres formas en que se ve reflejado esto: el impacto en los métodos, nuevos roles y gestión operativa.
El primero se refiere a la capacidad de incorporar nuevas tecnologías y cómo estás atraen a las personas, las evalúan y permiten que se desarrollen. Mientras que el segundo punto busca entender que en un contexto de Transformación Digital surgen nuevos roles y también se eliminan diversos puestos de trabajo. Por lo tanto, es crucial saber cuáles de estos se desean potenciar. En cuanto al tercer tema, éste se relaciona con la gestión operativa, ya que cada vez será más difícil encontrar personas con competencias específicas, por lo que será fundamental capacitar y desarrollar a los colaboradores.
¿Cómo podemos ver este desafío concretamente? Hay diferentes tareas que se creen que deben ser abordadas con diferentes herramientas tecnológicas para llevarlas a cabo de forma eficiente. Sin embargo, como vimos anteriormente, el desafío está siempre en las personas.
Por ejemplo, si hablamos del reclutamiento de personas, el principal reto se relaciona con que las audiencias cada vez están más empoderadas al momento de tomar decisiones, donde les importan más los atributos de la empresa que temas como el salario. Por lo que ahora, las empresas deben ser capaces de generar una conciencia de marca empleadora mediante una propuesta distintiva.
También, si analizamos la retención y rotación de talentos, podemos ver que los intereses de las nuevas generaciones y cómo estos están cambiando los paradigmas, son indispensables. Este grupo tiene mayor interés en aprender, innovar, tener sentido de pertenencia y obtener retribuciones más allá de lo material, una idea muy distinta a la que estaba instalada hasta hace unos años.
De esta forma, cada uno de estos desafíos, que aunque no están directamente relacionados con el uso de nuevas tecnologías, están conectados con la Transformación Digital, debido a que esta tendencia generó un cambio en la cultura de las compañías, las que comprendieron que las personas son las que producen mayor impacto en las organizaciones. Entonces, si no se desarrollan las capacidades de las personas y una cultura organizacional que apoye y brinde sostenibilidad al proyecto de Transformación Digital de una compañía, las probabilidades de fracasar son altas.